
Eso sí, estos hechos podían hacer reflexionar a más de uno sobre el respeto a los jugadores y a las normas cuando se ve un partido. Es desquiciante lo de las cámaras, los teléfonos y demás y la falta de educación que se ve normalmente. Esto no justifica para nada lo que ha hecho Daly, pero nos sirve para ponerlo sobre la mesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario