"Hay un tío ahí, con un sombrero de paja, que le da por encima del lago", decía ayer Will MacKenzie en Innisbrook, Florida, una zona llena de campos maravillosos en la que Álvaro Quirós se entrena estos días. "Si tiene juego corto, estamos en problemas", aseguraba MacKenzie un tanto alucinado a golf.com, que lleva la foto del golfista español a su portada.
El lago en cuestión está a 300 yardas del tee. Vamos, que hay gente que no sabe ni que está por allí. Pero Quirós llega y se pasa. Sin problemas. Y en EE UU adoran a los pegadores, muy acorde con su sentido del espectáculo. El español ya dio buenas muestras la semana pasada en Doral de lo que es capaz, sobre todo en una segunda jornada memorable. Augusta le espera.
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