Pase lo que pase en la cuarta jornada del Transitions, he de decir que he disfrutado con la actuación de Tom Lehman, jugador con clase, educación y estilo, sobrio en sus maneras. Un gentleman.
El ganador del Open Británico de 1996 es todo un ejemplo y disfruto viéndolo en el campo. Además, todo hay que decirlo, la está pegando muy bien.
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