Casa club

Ya lo he contado: soy un enfermo de este deporte, desde hace poco, pero enfermo de gravedad. Casa club, que será una de las 'secciones' de este blog, pretende contar todo lo que no cabe en otro sitio, servir de referencia, de lugar para contar mis preferencias. No voy a ser original en este sentido. Lo siento, soy así también para la literatura, el cine o la música. Me gustan los clásicos, otros tiempos, otros tempos, otras formas de ver las cosas. Soy de Seve, del que me he podido enamorar viendo sólo vídeos grabados, DVD y documentales; me encanta Miguel Ángel Jiménez, el Pisha, como bien dice él mismo "el último jugador natural"; adoro a Olazábal, otro del que sé por la reciente historia del golf; tengo gran simpatía, y quién no, por Payne Stewart, que en paz descanse; me emociono con cada genialidad de Phil Michkelson o Sergio García, me río por no llorar cuando pierden los nervios y yo con ellos; veo en Villegas el futuro de un golf brillante y próximo a la gente; de mayor quiero ser como Furyk, elegante y sobrio. 

Pero bueno, también tengo desafecciones: no me gusta, nada de nada, Boo Weekly, un paleto que no sabía lo que era la Ryder un mes antes de ser seleccionado; me pone nervioso Kim, un genio que bien podría ser educado de nuevo para aprender modales; J.B Holmes es un 'animal' con el drive, pero no puedo con él y los de su estilo; tampoco me gustan, qué se lo va a hacer, los chicos y chicas chachis que te miran de reojo o directamente con desprecio cuando vas a  'su' club a ver un torneo. Podríamos seguir, de hecho seguiremos, pero nos vamos a ir a la cama.