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26 nov 2008

El síndrome Wilson y la Wii


Últimamente ando preocupado. Ya van tres torneos seguidos en los que pierdo en el desempate después de un buen fin de semana. Siento que al final los rivales me alcanzan, me superan, meten ese putt que a mí se me escapa por milímetros. Pierdo una y otra vez. Menos mal que hablo del Tiger Woods para Wii. Pero sucede que hay jugadores a los que les pasa lo mismo en el circuito, en la realidad, en los campos de hierba y no de píxeles. 

De algo así se ha acusado, injustamente a mi modo de ver, a Sergio García y últimamente es el miedo que sobrevuela el juego de Oliver Wilson: quedar segundo, perder al final. Nadie ha hecho más segundos puestos que él en 2008 y eso implica que está arriba, que terminará ganando si no pierde los nervios. Contra Sergio en el HSBC perdió jugando bien. El otro día, en Hong Kong se desquició y firmó tres bogeys en la última mitad del torneo y no llegó en condiciones de ganar al espectacular final. Igual, como sugería algún comentarista, estaría bien recordarle que el señor Padraig Harrington tiene más de una veintena de segundos puestos. Y tres grandes. Eso, o que juegue al Tiger para quitarse el mono.

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