El campo (del que se puede ver una recreación, casa club incluida, en la foto) ha sido diseñado por Integral Golf Design, la empresa de Chema

Olazábal. Retamares o el Real Club de Golf de Sevilla son dos de los mejores ejemplos de su trabajo, que abarca otros campos y proyectos. El campo es un par 71, con un sistema de cuatro lagos interconectados mediante un canal y cascadas. La superficie capaz total incluido el campo de prácticas es de 603.235 metros cuadrados y el el coste de la construcción de la instalación es de algo más de 11 millones de euros.
La Casa Club, una antigua casa de caza que da nombre al campo, surgirá de las ruinas del antiguo edificio y tendrá 3.000 metros cuadrados. El campo no estará terminado hasta 2010, pero la cosa pinta bien, mal que le pese a más de uno.
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