En él, cuenta la experiencia vivida en el torneo, especialmente en esa última vuelta y cómo la concentración jugó un papel fundamental:
¿Uno se da cuenta de lo que está haciendo en un día así? Al respecto, me gustaría contaros la lucha que se mantiene contra la cabeza. Y nada mejor que un ejemplo concreto. El sábado había jugado los nueve primeros hoyos igual o mejor que el domingo. Pero el sábado comencé a distraerme... Una vez acabados los nueve primeros me puse a darle vueltas a la distancia que me sacaban los líderes, las opciones que tenía... En definitiva: me puse a pensar en cosas que no debía y acabé haciendo +1 por los nueve segundos hoyos.
Pero lo que más ilusión le hizo fue la frase de su compañero, David Howell, comportamiento caballeroso y ejemplar que, además de ayudarle con la tensión le dijo: "Ha sido la mejor vuelta de golf que he visto en mi vida".
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