Un señor rubio casi albino con manoplas negras en contraste con su vestimenta blanca se adjudicó ayer el Alfred Dunhill Links Championship en el Old Course Saint Andrews tras una vuelta de 66 golpes para un global de -20. Se llama Simon Dyson, empezó la semana como un jugador medio y la ha terminado a lo grande.
Este inglés, que no se separa nunca de sus manoplas, nació en York hace 31 años. Su victoria por tres golpes de ventaja sobre Rory McIlroy le ha aportado cerca de 500.000 euros, el liderato en la lista para la Ryder, un puesto entre los 10 primeros de la carrera a Dubai y otro entre los 50 primeros del mundo. Ahí es nada.
Este íntimo amigo de Nick Dougherthy, de nuevo desaparecido tras su victoria hace dos años, es el arquetipo de jugador hecho a sí mismo, crecido en los circuitos asiáticos, killer determinante y perseguidor de birdies. Como ejemplo, la primera mitad de la vuelta en el último día: seis birdies en los siete primeros hoyos. Gran carácter, gran descubrimiento para Europa.
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