Fue en 2000, en Pebble Beach, cuando Tiger cambió el golf para siempre y terminó con 15 golpes de ventaja sobre Miguel Ángel Jiménez y Ernie Els que hicieron un meritorio y terrenal +3. Ese momento fue, además, el último U.S. Open de Nicklaus. El ganador de 18 grandes resumía así sus sensaciones con este torneo:
Crecí adorando el tipo de campos que se juegan en el U.S. Open: calles estrechas, rough paralizantes, greenes rápidos y firmes. Adoraba eso porque me hacía realmente jugar al golf.
Tiger no le va a la zaga en pasión por el grande más importante para muchos estadounidenses. Él, cómo no, disfrutó especialmente en 2000:
Sentí una maravillosa calma toda la semana; sentí que todo iba a salir bien
Lo dicho en más de una ocasión, en más de mil: los más grandes, de otro planeta.
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