Big Easy does it, titulaba con acierto y estilo la página de la PGA sobre la victoria del surafricano Ernie Els el pasado fin de semana en el CA Championship en Doral (Miami). El triunfo de Els, que llevaba sin ganar desde el 3 de marzo de 2008 en el Honda Classic ha sido a su más puro estilo: con contundencia y autoridad, no tanto por la distancia con el segundo, un gran Charl Schwartzel, como por la autoridad mostrada de principio a fin y, sobre todo, en la última jornada.
Es verdad que nadie apretó realmente, ahí falló un Padraig Harrington del que se esperaba más, pero también lo es que Els no abrió nunca la puerta. Este regreso por todo lo alto es la confirmación de una mejoría en los últimos meses de la que ya hemos ido anunciando. Su swing sencillo y poderoso y su habilidad desde la arena hacen que sea una delicia verle jugar.
A lo largo del fin de semana, la televisión estadounidense comparó insistentemente las estadísticas de antes de su lesión y operación de rodilla en 2005 con las de después. Se les olvidaba que, Els, padre ejemplar, cambió radicalmente su relación con el golf por aquel entonces para volcarse con su hijo, al que se le diagnosticó un autismo severo.
Habrá que verle en el Masters de Augusta, en un campo que le va a las mil maravillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario