Greg Norman lleva años demostrando que es un tiburón del golf también fuera de los campos, en los despachos, donde se firman cheques millonarios por los proyectos más espectaculares. El australiano ya dijo hace poco que China era el futuro del golf. La verdad es que hay dinero y mucha disposición, siempre, para todo. Y Mundial de Shanghai está siendo sólo un ejemplo.
Otro que no anda mal fuera de los 18 hoyos es Phil Mickelson, que es el segundo golfista y el segundo deportista mejor pagado del mundo. El estadounidense ha aprovechado su paso por el gigante asiático para promocionar los dos complejos que está construyendo en China, en las regiones de Kumming y Tian Jing.
Se espera que en pocos años haya más de 5.000 campos en China. Algo se mueve.
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