La llamada Regla de las Estrías está generando ríos de tinta en los medios y caras de preocupación entre golfistas, fabricantes y aficionados. Resumimos: a partir de 2010 las estrías de los wedges y hierros por encima del 5 ven limitado su tamaño y profundidad.
El objetivo: limitar el control, el efecto, de los golpes que se hacen desde el rough. Es decir, que deje de salir rentable mandarla al infinito aunque no cojamos ni una calle porque por alto que sea el rough la bola parará en el green. Bueno, hablo en plural mayestático porque ya saben que estas reglas por ahora sólo afectan a los profesionales.
En su número de noviembre, Golf Digest analiza las posibles consecuencias de esta medida y su influencia en el juego de los pros. Lo único claro es que no hay nada realmente seguro. Algunos tendrán que compensar la pérdida con bolas más blandas; otros, por ejemplo Tiger Woods, ya utilizan estrías nuevas y están preparados para el cambio; los más, tendrán que recuperar ciertos golpes, controlar la distancia (ahora será mayor) y buscar wedges con más grados. Veremos sus opiniones en otro artículo.
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