Como EE UU es un país normal allí los personajes públicos pueden decir sin miedo a que les tachen de criminales ambientales o pijos sin remedio que les gusta el golf. Es lo que hacen los presidentes, con una larga tradición de grandes golfistas en la Casa Blanca.
A Barack Obama le gusta, y mucho, y así lo demuestran sus 25 vueltas en lo que lleva de mandato (las mismas que George W. Bush en ocho años). En golf.com recogen el análisis realizado por varios expertos sobre el swing y el estilo del presidente, que no sale muy bien parado. Si se añade además el malicioso comentario de un testigo de uno de los partidos el panorama no es el mejor para el supuesto hombre más poderoso de la Tierra. En cualquier caso, no es JFK, según todos "el mejor golfista que ha pisado la Casa Blanca".
The Wall Street Journal completa nuestro paseo presidencial con una maravillosa galería de presidentes golfistas.
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