Sergio García es un crack (toma tópico) pero no se pude ser así de derrotista, no se puede enfocar un grande con esa calidad con las declaraciones que hizo al final de la primera jornada del Masters de Augusta. Se puede estar desesperado, harto del campo y del juego, pero hay que estar ahí, como Padraig Harrington, todo tranquilidad aún cuando el árbitro de equivocó y le penalizó por una bola. Eso sí, se ha metido ahí, a pesar de todo, y esperemos que lo aproveche.
El tornado de ayer ha dejado el campo exactamente igual que estaba, increíble pero cierto, gracias al ejército de cuidadores que tiene el Masters. Eso sí, los greenes se han quedado más receptivos, con lo que el debate que planteábamos sobre la dificultad del campo ha quedado muy mermado y el campo quizás demasiado fácil. Esperemos que eso no estropee el espectáculo.
Miguel Ángel Jimenez es otro crack, volvamos a tirar de tópico, alguien que transmite sensaciones totalmente opuestas a las de Sergio, una persona que sale y disfruta del campo, que viaja con su familia y amigos, que lo vive todo de otra manera. Y Miguel Ángel es también un clásico, alguien que siempre aparece entre los mejores. Lo celebramos.
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