El tono de esas declaraciones en las que Sergio García se quejaba de las condiciones del campo, del barro que se quedaba en la bola "unas doce veces", de lo que a su juicio era una mala preparación del Augusta National, para terminar diciendo que si no fuese porque es un major no iría al torneo de ninguna manera le va a pasar factura. El calentón después de una mala actuación no lo justifica. Con esto, Sergio, un grandísimo jugador al que hemos defendido por activa y por pasiva, queda en muy mal lugar, especialmente en EE UU. Como bien apuntaban en On the Tee, de Golf +, debe haber algo en su mundo personal que no conocemos y que le ha dejado fuera de juego.
El público, siempre tan duro y exigente, en EE UU no se lo perdona. Dos buenas muestras son los comentarios a la noticia de su rectificación en dos de las principales páginas de referencia del mundo del golf: la de la ESPN y la de Golf.com, tan nombradas en este blog. A juzgar por lo escrito, los lectores no le van a pasar fácilmente por alto la falta de respeto que ha mostrado sobre una institución legendaria.
Primero, porque no tiene razón y es absurdo. Como bien señalan algunos comentaristas, las condiciones serían las mismas para todos, con lo que no tiene sentido quejarse. Pero además, los lectores recuerdan que esa actitud no le va a llevar fácilmente a ganar un grande (algunos creen que no lo hará nunca) y hay varios comentarios que coinciden en señalar sus similitudes con Jeremy Shockey, un jugador de fútbol americano recordado precisamente por lo que pudo llegar a ser. Una pena.
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