Ante estas exigencias, García dio lo mejor de sí y lideró el campeonato, hasta el punto de que en el hoyo ocho del último día se encontraba en -18 (la victoria final se quedó en -16), pero no fue capaz de rematar la faena y completó la vuelta, tras tres bogeys los hoyos 8,11 y 12, al par del campo, lo que le dejaba a un golpe del play off que finalmente ganó Ryan Moore.
Esta actuación nos dejó lo mejor de Sergio (seguridad desde el tee, buenos putts y golpes con decisión) y lo peor, que mejor lo resume él mismo:
"Nunca me encontré cómodo. Ni cuando marchaba -3 en el día me sentía a gusto. Me sentía como si estuviera todo el tiempo luchando contra mí mismo. Ha sido una pena". Pues sí, una pena.
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