Primero, para el jugador, que se lleva una buena bolsa superior a los 1,5 millones de dólares; después para Le Coq Sportif, la marca francesa, de cuya estrategia, tan exitosa con Yang, ya contamos con motivo de su victoria en el Honda y, por último, para el principal canal de televisión de Corea del Sur, que ha comprado los derechos del PGA y va a disfrutar de un boom del golf masculino que siga al que ya se da de manera además dominadora en el femenino.
Bueno, y no nos olvidemos del PGA, que ha vendido los derechos y que ha puesto en Asia buena parte de sus esfuerzos de expansión internacional. Negocio redondo para todos.
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