Hoy, leyendo con retraso el Confindencial de nuestros admirados expertos en golf.com se han planteado varias preguntas. La primera, lógica, es cómo le van a recibir los espectadores. Porque se sabe que su reaparición, al parecer hacia finales del mes de enero, va a ser uno de los eventos mediáticamente más seguidos de la historia reciente del deporte. Ahora bien, ¿Y el público? Gran incógnita a despejar.
Otra gran cuestión. ¿Cómo será el golfista que veremos a la vuelta? La mayoría de los expertos piensan que se sobrepondrá a las dificultades y jugará al menos como antes. Al menos. Lo resume a la perfección Farrell Evans, reportero de Sports Illustrated:
"Realmente creo que veremos un gran golf por parte de Tiger en 2010. Pero también pienso que este asunto en su conjunto demuestran que los golfistas no son mejores que otros deportistas. Ahora podemos dejar de hablar de valores familiares y honestidad en nuestro deporte y dejar a nuestros golfistas ser humanos. Si esto mismo le hubiese ocurrido a cualquier otro deportista en cualquier otro deporte no habría tenido esta repercusión".
El otro aspecto que lógicamente afecta en su juego es el de los patrocinadores. Como bien señala Van Sickle, si vuelve a ganar torneos con regularidad los patrocinadores llegarán y mantendrá los que hayan seguido con él. Hablando de esto, a pesar del anuncio generalizado a favor del golfista, el malestar entre los anunciantes aumenta a medida que lo hace el tono de la polémica. El malestar en uno de sus grandes patrocinadores, T&T es importante. Gatorade ha anunciado que no sigue con Tiger. Parece que eso no ha hecho más que empezar.
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