Por fin llegó el momento. Uno de nuestros jugadores predilectos, el educado, introvertido, caballeroso y extraordinario golfista llamado Jim Furyk ha vuelto a ganar, algo que no hacía desde hace dos años y cuatro meses cuando se impuso en el Open de Canadá.
Y lo ha hecho en el Chevron World Challenge, un torneo marcado por la ausencia de su anfitrión, Tiger Woods, y que ha reunido a 18 de los 55 primeros jugadores del mundo en un espectáculo pocas veces visto esta temporada.
Con Graeme Mc Dowell, Padraig Harrington (qué juego alrededor de green) y Lee Westwood (menudo fin de temporada el del inglés) a la caza, el de Pensylvania ha sabido aguantar sobre todo merced a un grandioso putt para par el el 17 y a un muy buen birdie en un hoyo que no era para ello, el 18.
Fans declarados de Furyk, nos preguntábamos hace no tanto si no iba a volver a ganar, para concluir que muy probablemente sí. Venía jugando bien, trabajando seriamente y sin hacer ruido. Clase y estilo, como siempre.
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