No sé si es una estrategia del entorno de Tiger Woods para intentar que se hable de otra cosa, como se sugería el viernes pasado en Bajo Par de Radio Marca, o si todos tenemos tantas ganas de verle jugar que hemos lanzado el debate sin fundamento, pero el tema es interesante y vital para el golf.
En un interesante y breve debate en Golf Channel que se puede ver aquí Rex Hoggard y Charlie Rymer analizan la situación y apuestan por derivas radicalmente distintas. El primero cree que volverá pronto, que no puede ser de otra manera porque un"Tiger sano lo pasará mal sentado en casa viendo los grandes por la televisión". Recuerda, como ya hicimos aquí, que en los campos en los que se juegan este año el Open Championship y el U.S. Open (Old Course St. Andrews y Pebble Beach) Tiger ganó en pasadas ediciones por una diferencia combinada de 20 golpes (la mayoría en Pebble Beach, donde en 2000 reinventó el golf) y apunta al Masters como un gran lugar para volver. La razón, aparte de la entidad del torneo, es que la organización le protegerá de la basura tabloide.
En el bando contrario, el de los pesimistas aunque también, posiblemente, más realistas, Rymer no cree que dé un solo golpe de competición en todo 2010, reconoce que su ausencia ha hecho daño y recuerda que "ningún jugador es mejor que el juego en sí mismo, ni siquiera si ese golfista es Tiger Woods". Veremos.
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