El malagueño, que tiene un idilio con el campo, estuvo cerca de ganar el torneo en 1996, cuando un gran Colin Montgomery sacó el drive para llegar de dos al green del 18. Precisamente Montie es quien ahora ha de contar seriamente con el Pisha para la Ryder Cup.
Jiménez estaba que se salía tras su victoria:
"Como el buen vino, con la edad me vuelvo mejor (...) Me encuentro cómodo en el campo, ésa es la clave. No tengo 25-30 años, acabo de cumplir 46 pero todavía me siento sano y fuerte. No como cuando tenía 25 pero aún fuerte y con fuerza para pegar a la bola. Y si estás feliz y concentrado, entonces puedes ganar".
Lo dicho, una filosofía de vida. Por cierto, Jiménez, hombre con clase, lleva y luce los que son los mejores zapatos de golf del mundo. Y los más elegantes. Miren si no.
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