El otro día hablábamos de la distancia que había entre el Sergio García de Ryder Cup y el del resto de torneos de match play. Y lo hicimos justo antes de que pasase por primera vez a los cuartos y a las semifinales del Acccenture World Championship Match Play, donde se ha enfrentado y ha caído derrotado con el inglés Ian Poulter, un auténtico maestro en esta modalidad.
Lo abultado de la derrota 7&6 no es óbice para analizar algunas de las circunstancia del juego, que han generado no poca polémica en las últimas horas.
Primero, Poulter ha sido una máquina y se merece la victoria. Segundo, la que ha montado en el hoyo 3 por la lluvia y en el 7 por el dropaje que al final no ha hecho no son ilegales, no van contra el reglamento por mucho que lo estiren, pero no son la mejor muestra de deportividad. Tercero, Sergio tiene todo el derecho del mundo a decirle lo que piensa de su comportamiento al final del partido y después a los medios. Y cuarto, y como ha dicho el propio golfista español, "es Poulter el que tiene que vivir con ello".
Claro que juega la final es el inglés.
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