Olvidada la polémica por el uso de los wedges de Ping anteriores a 1990, a los que Phil Mickelson ha renunciado, el número dos del mundo busca su tercer triunfo consecutivo en el Northern Trust, un torneo que le gusta, y mucho y que ya ganó el año pasado.
Mickelson, que se estrenó la semana pasada en Torrey Pines con buenas sensaciones ("mi juego no está tan oxidado como creía", llegó a asegurar) busca una victoria en esta nueva era sin Tiger Woods, algo que sólo consiguió aquí en los ocho meses en los que el número uno del mundo estuvo lesionado.
Además, el de San Diego busca una victoria que le impulse en su búsqueda del número uno moral, en popularidad y en la lista mundial. El golf le necesita. Por ahora, dejamos el vídeo de su victoria el año pasado:
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